La mayoría de las pólizas de seguro tienen una duración de 12 meses, con excepción de las pólizas de seguro de vida y las de salud o gastos médicos, que pueden extenderse por toda la vida del asegurado. Otras pólizas especiales permiten que los asegurados elijan una póliza, por ejemplo, con duración semestral si lo desean, y otras, como el seguro de viaje, cubren fechas específicas. Sigue leyendo y aprende todo lo necesario sobre las revisiones y renovaciones de seguros.
La fecha de renovación de tu póliza de seguro se basa en la fecha en que acordó con la aseguradora que la póliza entraría en vigencia cuando se suscribió por primera vez. Esto significa que las fechas de renovación pueden caer en un fin de semana o día festivo.
Tu aseguradora debe notificarte la fecha en que tu póliza va a expirar y requiere su renovación. Esto suele ser informado con 30 o 60 días de anticipación. Según los términos de algunas pólizas, las mismas pueden ser renovadas automáticamente a menos que se notifique lo contrario a tu aseguradora.
Tu póliza de seguro puede permitir ciertos cambios al momento de su expiración y renovación, pero el aviso de renovación debe contener toda la información pertinente a los cambios para que así decidas si deseas aceptarlos o bien realizar algún cambio a los propuestos por la aseguradora.
Preguntas frecuentes sobre el seguro de salud
Cuando renueves tu póliza, es importante verificar que toda la información que originalmente proporcionaste al asegurador sea correcta. Debes informar a tu aseguradora si algo ha cambiado.
Por ejemplo, si estás renovando una póliza de seguro de vehículo y desde entonces has incorporado modificaciones especiales de alto rendimiento a tu automóvil, tienes el deber de divulgarlo, lo que significa que estás obligado/a a informar a tu aseguradora al respecto.
También puedes optar por examinar el nivel de cobertura: si recientemente has comprado muebles o electrodomésticos nuevos para tu hogar, la renovación es un buen momento para declararlos y actualizar la suma asegurada de tu póliza de cobertura para el contenido de tu hogar.
En algunos casos raros, una aseguradora puede decidir no renovar una póliza. Si es así, debe avisar al titular de la póliza por lo menos con 30 días de anticipación.
Renovar tu póliza de seguro suele ser bastante sencillo. Al pagar tu prima, le comunicas a tu compañía de seguros que aceptas continuar con la póliza. Tu aseguradora te dirá cuánto tienes que pagar y cuánto tiempo tienes para hacer los pagos en tu plan de seguro. Es importante cumplir con el plazo de pago.
Si tu aseguradora no recibe el pago de tu prima a tiempo, entrarás en periodo de suspensión de cobertura para luego ser ejecutada la cancelación de tu póliza y, por ende, es posible que te llegues a encontrar sin cobertura de seguro.
Si decides que no vas a continuar con la póliza, debes asegurarte de informar a la compañía de seguros antes de la fecha de renovación. Dependiendo de los términos y condiciones de tu póliza, es posible que se te cobre por el tiempo que la aseguradora extiende como un período de gracia para el pago.
El aviso anual de renovación de la póliza es un buen indicador para revisar tu póliza de seguro y hacer cambios. Pero también hay otras ocasiones en que cambian las circunstancias y cuando debes notificar a tu aseguradora, porque podría afectarse tu cobertura.
Estos incluyen:
Antes de renovar tu póliza, verifica si necesitas cambiar tus niveles de cobertura. Tómate el tiempo para revisar si tus posesiones han aumentado en valor durante el último año. Si has realizado compras importantes durante el año, como joyas o tal vez una cámara costosa, verifica si necesitas incluir esos artículos por separado en la póliza.
Muchas compañías de seguros ofrecen un formulario de inventario familiar en línea para ayudar a hacer una lista de las cosas que se poseen. También puedes hacer algo tan simple como escribir una lista electrónica o en papel, y agregar a esa lista cada compra importante que haces. Es una buena idea almacenar esta información fuera del sitio en caso de incendio u otro desastre.
Pon un recordatorio en algún lugar que veas a menudo, como tu calendario en la computadora, antes de la fecha de renovación. ¿Para qué? para que tengas suficiente tiempo para prepararte y verifiques los cambios que necesitas o te proponen. Llama a tu corredor de seguros para obtener más información y que te ayude en la reevaluación y análisis de tus necesidades. Si tienes más artículos en tu hogar, por ejemplo, es posible que debas aumentar tu suma asegurada para evitar el infraseguro o seguro insuficiente. O también puedes enumerar los artículos específicos que deseas que cubra la póliza, y solo esos. Si tienes un automóvil más viejo, puedes decidir que ya no necesitas una cobertura completa, sino solo de responsabilidad civil a terceros. No te centres únicamente en el precio: elige la póliza que ofrezca el mejor valor.
Al comparar pólizas, es importante elegir una que ofrezca las inclusiones y características que mejor se adapten a tus necesidades. Considera las inclusiones de los productos, los deducibles, las exclusiones y los límites de cobertura. Asegúrate de que la información que proporcionaste al asegurador sobre tu persona y los activos que estás asegurando sigue siendo correcta. Los regalos recibidos y las compras realizadas durante el año pueden sumarse rápidamente. Verifica que tengas suficiente cobertura de seguro y asegúrate de que todos los bienes nuevos están cubiertos por tu póliza.
Habla con tu corredor de seguros si no estás satisfecho/a con tu prima, para que este te ayude con su conocimiento y planteen ambos el tema de la mejor forma ante tu aseguradora. Muchas aseguradoras revisarán y hará una mejora en tu prima si puedes proporcionar más información. Te ayudaremos en las revisiones y renovaciones de tus seguros.
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