Ahorrar para la educación de tus hijos: 5 Beneficios

Seguramente estás consciente de la importancia de ahorrar para la educación de tus hijos o nietos. Sabes que su calidad de vida en un futuro no muy lejano dependerá de su formación. Pero muchas veces saber lo que tienes que hacer no significa que sientas la urgencia de hacerlo.

Entre las obligaciones del día a día, los gustos que quieres darte por el arduo trabajo que haces y demás necesidades económicas que cubres, apartar un poco de dinero para el ahorro supone un sacrificio que solo será fácil de hacer si sabes para qué lo estás haciendo.

Según el estudio anual de 2019 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Las personas que cuentan con estudios universitarios perciben en promedio 57% más que aquellas que solo tienen títulos de secundaria. Además, las primeras corren un riesgo mucho menor de estar desempleadas.

Estadísticas como las anteriores recalcan la importancia de saber con certeza cuáles son los beneficios de ahorrar para la educación de tus hijos. Tener esta noción clara te ayudará a mantenerte enfocado en esta meta; quizás, al principio lo consideres un sacrificio. Pero al saber todas las implicaciones positivas que tiene lo harás con todo el gusto y de manera automática.

5 beneficios de ahorrar para la educación de tus hijos

Una buena formación amplía sus oportunidades laborales

Por supuesto que el beneficio principal será que tu hijo o nieto obtendrá un título universitario. O quizá las credenciales correspondientes que le brinden mayores y mejores oportunidades laborales.

Las mejores empresas prefieren contratar jóvenes con diplomas y, además, prefieren los obtenidos en buenas universidades o recintos académicos de prestigio. Se ha demostrado estadísticamente que estos jóvenes tienen salarios más altos que aquellos que no tienen título o que egresaron de instituciones menos reconocidas.

Por esto, si sabes cómo ahorrar para la educación de tus hijos el dinero no será un impedimento para que estos puedan asistir a la mejor casa de estudios del país, o incluso fuera de este.

La educación superior permite crear conexiones de gran valor

Este beneficio está vinculado con quienes decidan obtener formación universitaria. No estamos hablando del título que obtendrá tu hijo sino de su paso por la universidad, ya que al estudiar una carrera universitaria tu hijo no solo gana una titulación sino también un gran número de vivencias que le enseñarán mucho sobre la vida.

Estas experiencias las vivirá con sus compañeros de clase, con sus profesores y con otras personas que conocerá a través de la universidad, y le permitirán tejer una invaluable red de contactos.

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Dicha red permite a los jóvenes tener mejores oportunidades laborales en importantes empresas, o tener mejores socios y más clientes si deciden crear sus propios negocios.

Así mismo, ahorrar para la educación de nuestros hijos puede significar crear la posibilidad de que estos estudien en una ciudad diferente a la que han vivido siempre o incluso en otro país. Sin duda, estas experiencias les permitirán incrementar tanto sus aprendizajes profesionales como su crecimiento personal.

Permite escoger la mejor opción formativa

Es muy valioso que tus hijos o nietos tengan la posibilidad de elegir el recinto educativo que mejor se adapte a sus intereses. Así como a sus aspiraciones y objetivos vitales.

Al contar con un fondo exclusivo para la educación de tus hijos y nietos podrás regalarles esta ventaja competitiva: ellos tendrán la opción de escoger el escenario ideal para su formación en función de sus deseos y necesidades. En lugar de hacerlo pensando en lo que pueden permitirse económicamente.

Evita que tus hijos se endeuden al asumir un préstamo educativo

Existen diferentes instituciones financieras dispuestas a ofrecer préstamos universitarios a los jóvenes que los requieran. Sin embargo, hay varios aspectos desfavorables de este escenario.

Por un lado, en muchos casos el acceso a estos préstamos es limitado. Hay pocos cupos disponibles y los solicitantes deben cumplir con una serie de requisitos socioeconómicos que puede que excluyan a tus hijos.

Además, optar por esta opción implicará que tu hijo salga al mercado laboral con una deuda altísima y poca posibilidad de responder por su propia cuenta. En este contexto, recuerda que fallar en el pago de créditos bancarios puede generar una mancha en el historial crediticio de tu hijo que lo perseguirá para siempre.

Por último, sabemos que asumir cualquier crédito implica el pago de intereses. No importa qué tan bajas sean las tasas de interés, siempre será preferible informarse sobre cómo ahorrar para la educación de nuestros hijos en vez de asumir una deuda con intereses que se convierta en un pesado compromiso a largo plazo.

Evita que te endeudes en tus años dorados ahorrando para la educación de tus hijos

Si decides que no quieres que tu hijo o nieto se endeude con un préstamo educativo y prefieres asumir esa deuda, considera a qué edad lo harías tomando en cuenta el año en el que probablemente tu hijo o nieto desarrolle sus estudios.

Aunque no sepas desde cuándo ahorrar para la educación universitaria de tus hijos o nietos, piensa que es preferible ahorrar durante tu edad más productiva (entre los 30 y 40 años). En vez de tener que pagar una deuda pasados los 50 años de edad, cuando las oportunidades laborales se reducen y los riesgos de despido aumentan.

En este escenario vale la pena preguntarse cómo ahorrar para la educación de nuestros nietos mientras gozamos de los años más productivos de nuestras vidas.

Sin duda, ahorrar para la educación de tus hijos no solo representa una ayuda considerable para su futuro. Sino que es una acción determinante para ayudarles a desarrollar sus capacidades al máximo nivel y para que puedan acceder a las oportunidades únicas que les abrirán las puertas del éxito.